Emerge en Japón, el paisaje perdido de Van Gogh, rescatado de un ático
La noticia salta a los medios, a raíz de su compra en 2020 por el director de Marunuma Art en Japón, Katsushige Susaki, una de las primeras acuarelas de Van Gogh, que estaba desaparecida, y sorpresivamente emerge en Tokyo.
La Acuarela
“Prado, al fondo la Iglesia Nueva y la Iglesia de San Jacobo” de julio de 1882, muestra un idílico paisaje rural a las afueras de La Haya, y corresponde a un Van Gogh todavía veinteañero, que aspiraba a ser pintor en los Países Bajos.
“Prado, al fondo la Iglesia Nueva y la Iglesia de San Jacobo” de julio de 1882, Colección Marunuma Park, depositado en el Museo de Arte Moderno de Saitama (Japón)
Las primeras pinturas de Van Gogh son muy raras, y totalmente diferentes del conocido toque de las de óleo por las que habitualmente se le identifica. La mayor parte de la escena lo ocupa un prado con vacas, típico paisaje holandés. Y en el horizonte hileras de casas junto en el medio una fábrica de chimenea humeante, amenazantes, que premonízan invadir la pradera.
En el extremo izquierdo aparece la torre de la Nieuwe Kerk (Iglesia nueva), con la de S. Jacob ligeramente a la derecha. Ambas iglesias, las podremos ver más próximas en otra acuarela de Van Gogh “Vista de la Haya con la Iglesia Nueva”
“Vista de la Haya con la Iglesia Nueva” (Enero 1882). Colección particular
Vincent pintó la acuarela de la que tratamos desde una carretera al este de la Haya próxima a Schenkweg, lugar habitual de paseo próximo a su habitación abuhardillada que compartía con su amante la ex prostituta Sien Hoornik. Así también como el prado con vacas que veía desde su ventana, y lo plasmara en mayo de se mismo año 1882 en su obra “Patio de carpintería y lavandería”.
“Patio de carpintería y lavandería” (Mayo 1982) Kröller-Müller Museum, Otterlo
Creación y desaparición
Hay una historia asombrosa detrás de la supervivencia de la acuarela ahora en Japón, que formaba parte de una gran cantidad de las primeras obras de Van Gogh.
Cuando Vincent se mudó al pueblo de sus padres, Nuenen, en 1883, traslada las obras de su estadío en La Haya, en una caja de madera en la que también tenía reproducciones de otros artistas que admiraba. Caja que la abandonará en casa de su madre cuando el pintor parta dos años más tarde. Su madre igualmente se muda a la ciudad de Breda en 1886. Dado que la nueva casa era pequeña, depositó los enseres de su hijo donde el carpintero local Adianus Schrauwen, quien al verla con carcoma la dejó en su ático.
En junio de 1888, Van Gogh se refiere a la caja: “Hablando de chatarra. Todavía podría valer la pena rescatar algo bueno de la basura mía que, según dice Theo, todavía está en algún lugar en un ático en Breda”.
Muchos años después, Schrauwen abrió la caja abandonada y encontró carpetas con dibujos, acuarelas y reproducciones. Lo que sucedió después de eso no está del todo claro, pero en 1903 aparentemente vendió algunos de sus propios enseres de cocina y las posesiones de Vincent por el equivalente a 4 chelines británicos (o £ 15 en dinero de hoy).
El comprador fue Johannes Couvreur, un comerciante de muebles de segunda mano, que inicialmente almacenó la caja en su sótano. Quien más tarde recordaría que había “clavado algunos de los lienzos en su carretillo, lo llenó de dibujos y salió para tratar de venderlos en el mercado de gangas”, donde se vendían por unos centavos cada uno.
Entre los compradores estaba Kees Mouwen, que dirigía una tienda de ropa. Éste más tarde, vendió las obras de Van Gogh a la marchante de arte de Rotterdam Margareta Oldenzeel, quien se dio cuenta de su importancia.
Anuncio publicitario de la venta en Artes y Manualidades Oldenzeel 11 Enero 1903
En 1903, Oldenzeel realizó tres exposiciones de la obra de Van Gogh, una de las cuales incluía “Prado, al fondo la Iglesia Nueva y la Iglesia de San Jacobo” . Esta acuarela se vendió por 105 florines (9 libras esterlinas), pasando posteriormente por las manos de tres coleccionistas holandeses en la primera mitad del siglo XX: Eduard van Biema, Felix Hirschel y P. Verschure.
Pero en realidad desde la década del 50 no se supo durante mucho tiempo donde se encontraba, hasta septiembre de 2020 cuando fue comprada por el coleccionista japonés director de Marunuma Art en Japón, señor Katsushige Susaki,
En la actualidad se encuentra la acuarela “Prado, al fondo la Iglesia Nueva y la Iglesia de San Jacobo” de Van Gogh en préstamo de larga duración en el Museo de Arte Moderno de Saitama, Japón
Van Gogh siempre sorprende. De su historia siempre algo por descubrir.