Vivimos en un mundo occidental moderno donde la “libertad de expresión” está garantizada. Sin embargo en una época, en la que los gobiernos tenían más poder, había muchos escritores y pintores que no podía escribir lo que querían escribir y no podían dibujar lo que querían dibujar.
Frecuentemente se habla de la ex Unión Soviética y de los países del Este de la era comunista como testimonios de esos tiempos, donde los gobiernos comunistas eran reconocidos por su fuerte control sobre las ideas como medio para la realización de una sociedad ideal.
Sin embargo, el comunismo fue alguna vez el sueño de jóvenes e intelectuales como una forma ideal de política
Picasso también se afilió al Partido Comunista y estuvo pintando en línea con la ideología comunista.
El artista a merced de la política
El primer estado comunista del mundo fue la Unión Soviética, creado por la Revolución Rusa en 1917 durante la Primera Guerra Mundial, como oposición a la dictadura zarista y con el objetivo de compartir la propiedad y los derechos por igual con la mayoría de los plebeyos pobres. Dado el carácter progresista de sus ideas en ese momento, recibió un apoyo abrumador de intelectuales y artistas de vanguardia. Kandinsky, un pintor ruso activo en Alemania en ese momento, será uno de ellos. Sus pinturas abstractas, junto con el comunismo, estaban a la vanguardia de la época.
No obstante los ideales comunistas eran tan fuertes, que quienes dirigían la administración del poder, tendieron a tomar medidas enérgicas contra los opositores. Así, el comunismo, cuyo ideal era la igualdad, no era propicio a reconocer la libertad individual. Así, cuando Stalin llega al poder en la década de 1930, la Unión Soviética solo permitirá el arte del realismo socialista, una representación realista de los trabajadores y una admiración del comunismo. De modo que Kandinsky vuelve a huir a Alemania y Malévich de Ucrania, pintor de arte de la llamada vanguardia rusa, se vio obligado a pintar exclusivamente pinturas foto-realistas.
Este fenómeno se dio no solo en la Unión Soviética, sino también a los pintores de los países del Este influenciados por la URSS. El asistente de Malévich, Wladyslaw Stushminski de Polonia (1893-1952), fue uno de ellos. Tras perder una mano y un pie en la Primera Guerra Mundial, Stushmionski logró sobrevivir a las dos guerras y convertirse en profesor en la Universidad de Bellas Artes de Lódz en Polonia tras la última contienda. Sin embargo, fue expulsado de la Asociación de las Artes Polacas en 1950 por no seguir las normas del realismo socialista como forma obligatoria de expresión artística cuando Polonia sufrió la sovietización stalinista más radical ; también de la universidad que hubía fundado desde cuya cátedra explicara su Teoría de la Visión o la Teoría del Unismo creada, junto a su mujer Katarzyna Kobro; y desterrado hasta del Museo de Bellas Artes de Lódz donde en 1948 montara la” Sala Neoplástica”. Convirtiéndose en un artista sin poder vender sus pinturas, perdiendo todos sus ingresos, no pudiendo trabajar por sus amputaciones, tan solo ocasionalmente como escaparatista, Murió de tuberculosis por desnutrición en 1952. De él, trata la película biopic póstuma del director polaco Andrezj Wajda (1926-2016), “Afterimage” en la que realiza la disección escalofriante de un artista intimidado por el poder.
Stushminski solo será reivindicado a partir del declive de la Unión Soviética en los años 80. En 1988 el Lódz College of Art, pasa a llamarse Lódz Stushminski College of Art, recuperado su nombre en honor de ser su fundador. Al año siguiente 1989, Polonia mediante elecciones libres se convierte en una democracia.
Picasso miembro del Partido Comunista
El comunismo se ha hecho totalmente impopular en los tiempos actuales, a medida que se fueron descubriendo el lado oscuro tras el derrumbe de sus regímenes hasta quedar reducidas a tan solo cinco naciones comunista en el mundo (China, Corea del Norte, Cuba, Laos y Vietnam).
No obstante el comunismo fue una idea de moda desde la Revolución Rusa hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Picasso se adhirió al Partido Comunista por recomendación de su amigo Paul Éluard en 1944, tras la liberación de París, antes del final de la Segunda Guerra Mundial (carnet 476537, integrado en la cédula 704, del sector sexto de París), como ya lo eran los escritores Albert Camus, Jean-Paul Sartre, el poeta Paul Éluard (ex marido de Gala la que fuera mujer de Dalí), o André Bretón, autor de la “Declaración del surrealismo”. La fama de Picasso será utilizada como panel publicitario del Partido Comunista Francés, que incluso le encarga que pinte algunos retratos de Stalin.
Una de las pinturas políticas más famosas de Picasso junto al “Guernica” es la “Masacre de Sinchon” (“Masacre en Corea”), inspirada en la masacre cometida por el ejército norteamericano durante la guerra de Corea (25 de junio 1950 – 27 de julio 1953). El conflicto coreano fue una guerra entre Corea del Norte, China y la Unión Soviética comunistas de un bando, y Corea del Sur, Estados Unidos y Gran Bretaña capitalistas por otro.
En el caso que nos ocupa, el ejército estadunidense que apoyaba a Corea del Sur, ocupó del 10 de Octubre al 7 de Diciembre de 1950 la aldea Sinchon del condado de Sinchon-gu, provincia Hwanghaenam,-do ( actual territorio de Corea del Norte) masacrando a más de 35.000 habitantes, lo que era una cuarta parte de su población.
Picasso crea “Masacre en Corea” en Vallauris (Francia), el 18 de Enero de 1951, como denuncia por las matanzas de civiles durante el avance del ejercito de los Estados Unidos en territorio de Corea del Norte. Picasso, se posiciona en plena Guerra Fría, al lado de las víctimas civiles inocentes norcoreanas (tal como lo había hecho con el “Guernica” durante la Guerra Civil Española), que, en aquel preciso momento de la contienda, sufrían las consecuencias de un conflicto muy cruento.
La adhesión al ideario comunista del pintor es más que conocida, y por representar a la potencia occidental como el monstruo destructor, deshumanizado, esta obra fue considerada por parte de Estados Unidos una muestra explícita de propaganda comunista durante los años de la Guerra Fría, que los inculpaba principalmente en la guerra. Mientras que por parte del Partido Comunista Francés, la consideraban demasiado ambigua de quiénes eran los perpetradores de la contienda, alejándose bastante su representación del realismo socialista.
«Aunque no le guste a nadie, es algo, ¿no?», dijo Picasso.
“Masacre en Corea” es una obra con un mensaje directo. En cambio, aparte del título, Picasso no contextualiza ningún hecho concreto de la Guerra de Corea y dibuja a los personajes de manera universal.
La pintura, de estilo expresionista, muestra una composición violenta en medio de un paisaje desolado, los escombros de los edificios destruidos como telón de fondo, el drama de la guerra contra la población civil marcado por el protagonismo de la línea dibujística y un eje vertical que divide la escena en dos: a la izquierda, un grupo de mujeres y niños desnudos esperan la inevitable tragedia a la que les destinan los seres del lado derecho, seis soldados se disponen a fusilar, unos personajes revestidos con unas armaduras que nos transportan a una dimensión a la vez mecanizada y arcaica de la guerra. El pelotón de fusilamiento americano aparece totalmente deshumanizado, preparado para liquidar a la población civil norcoreana.
Las ruinas son la evocación de un recuerdo a la deflagración de Hiroshima, en la que como en la Guerra de Corea los Estados Unidos son los únicos responsables.
Las víctimas inocentes, (la elección del género a la hora de representar la impotencia, ” feminización de la víctima”, no parece aleatoria), desnudas, desprovistas de cualquier dignidad, aguardan con desesperanza el momento fatal ( dibujadas con formas redondas y líneas curvas) (mujeres y niños solamente). La niña pequeña que corre, una de las mujeres —la situada más a la derecha— se encuentra paralizada, como si no se pudiese llegar a creer lo que está pasando; otra de las mujeres parece resignada y cierra los ojos aguardando los disparos; y las otras dos mujeres —una embarazada, con un hijo mayor que se agarra a ella llorando, y la otra con su pequeño recién nacido abrazado contra su pecho— están aterrorizadas, en una auténtica graduación del miedo in crescendo. Solo un niño muy pequeño, que no puede ser consciente del peligro que le rodea, juega despreocupado en el suelo.
La trágica división evocada por el río que separa las dos Coreas y las montañas, que separa a los civiles de los soldados, nos presenta los dos frentes y nos recuerda la partición del territorio coreano; una división que aún hoy perdura.
Frente los militares, en total oposición, como hombres, con rostros ocultos, de líneas rectas y quebradizas, evocan la destrucción, violencia, agresividad… representan la fuerza militar. Los presenta cuan robots a los que les falta corazón, vestidos con blindajes de metal y cascos, símbolo de su cerrazón ideológico. Haciendo visible la desproporción de las armas y la tecnicidad aberrante para con sus víctimas. Comandados y manipulados por un jefe político en segundo plano sin mancharse ni correr riesgos. Tan solo ordenando.
Esta composición en la manera en la que Picasso distribuye la violenta escena está inspirada en “Madrid, los fusilamientos del 3 de Mayo de 1808” del maestro español Francisco de Goya (1814); en la que presenta a las tropas francesas fusilando civiles en España, durante la guerra de independencia española, bajo las órdenes de Joaquin Murat.
Pero también de ” La ejecución del emperador Maximiliano de México” (1868), de Édouard Manet (1832-1883) donde los verdugos se sitúan a la derecha y las víctimas a la izquierda. Y ambos al igual que el de Picasso, son cuadros políticos inspirados en la actualidad de su época.
El “Guernica” versus “Masacre en Corea”
La obra maestra de Picasso “Guernica” es una pintura ambientada en la ciudad española de Guernica (Vizcaya), bombardeada (26 de Abril de 1937) selectiva y indiscriminadamente por la Legión Cóndor (Fuerza Aérea Alemana) durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
La Guerra Civil Española comenzó con un golpe de estado (Älzamiento”) del general Francisco Franco, que dirige las tropas española emplazadas en los territorios españoles en África, contra el Frente Popular, un gobierno de izquierdas de socialistas y comunistas que mandaban en España.
En ese momento inicial (18 de Julio de 1936), los países capitalistas de Europa apoyaban a la II República en España, y el “Guernica” de Pablo Picasso fue solicitada por esta, para exponerla en la Exposición en París de 1937. De enero a abril de1938, el marchante judío francés Paul Rosemberg organiza una itinerante “Exposición Guernica” prevista para apoyar al Frente Popular, con obras de Picasso, Matisse, Braque… en Oslo, Copenhague, Estocolmo y Gotemburgo; y de septiembre a enero de 1939 en Leeds, Liverpool, Manchester y Londres a favor de Comité de Ayuda a los Refugiados Españoles.
Tras la derrota del Frente Popular y el establecimiento del régimen de Franco, en 1940 en itinerancia el “Guernica” se expone en Chicago, Ohio, Massachusetts, Milán, Brasil, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Nueva York, Chicago, Filadelfia, hasta recalar definitivamente en el MOMA de Nueva York en 1958, hasta su regreso definitivo a España en 1981 al Museo de Arte Moderno Reina Sofía de Madrid.
El periodo expresionista de Picasso, en el que incorpora determinadas soluciones expresionistas al cubismo lo desarrolla entre 1936 (inicio de la Guerra Civil Española) a 1945 (final de la Segunda Guerra Mundial) años de pesimismo para el pintor que vive con desesperanza la derrota republicana en España y la invasión nazi en Francia, país donde residía.
Así pinta el “Guernica” apremiado por la desazón de su España en guerra, con una composición no narrativa, simbolista evolucionada de su obra cubista. En su parte central el caballo agonizante y una mujer portando una lámpara. A su Izquierda El toro expectante y una mujer con el hijo muerto. A la Derecha la casa en llamas y las mujeres gritando.
¡¡¡ El horror de la guerra !!!.
Una denuncia social que se convertirá en símbolo identificativo del pintor.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Picasso se dedica a realizar una serie de obras que destacan por el color y la alegría que impregna en ellas, dejando atrás la oscura etapa expresionista.
Por primera y única vez ambos bandos comunistas y capitalistas, lucharon juntos contra los bandos nacionalsocialistas de Hitler en Alemania y fascistas de Benito Mussolini en Italia y Franco en España. Sin embargo tienen ideas fundamentales diferentes, estando eventualmente en conflicto, dado que el comunismo no reconoce la propiedad privada, y el capitalismo permite la búsqueda de intereses personales. Por eso, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, desaparecido el enemigo común nazi-fascismo, el mundo queda dividido en dos bloques, el comunista con la unión Soviética y sus países satélites, y el capitalista occidental con Estados Unidos a la cabeza.
¡¡¡ Es el comienzo de la llamada Guerra Fría !!!
La Guerra de Corea será una guerra entre Corea de Norte y Corea del Sur, pero esencialmente una guerra entre la recién constituida China Comunista y la URSS que apoyaban al Norte y los Estados Unidos de Norteamérica capitalista y sus aliados abanderados con Corea del Sur.
Sin embargo, con el inicio de la Guerra de Corea (1950-1953), vuelve a Picasso ese pesimismo anterior perdido, que le lleva a realizar y presentar en 1951 “Masacre en Corea” como denuncia de la población civil masacrada por tropas estadounidenses y de Corea del Sur. Para ello en lo pictórico se ve obligado a volver a unas representaciones y estilo del pasado. De denuncia a la participación de Estados Unidos en la guerra y en la masacre, representados por aquellos soldados cuasi medievales, provistos de espadas, cascos y espadas que muestran el arcaísmo de la guerra.
A Picasso eso le supuso, junto a su pertenencia al Partido Comunista Francés, el que se le negara posteriormente la entrada en Estados Unidos. En Francia de la postguerra, el gobierno socialista continuó, y dado que el Partido Comunista Francés, se convirtió en partido gobernante, a nadie le importunó que el artista fuera miembro del Partido Comunista.
Desafortunadamente, en la Unión Soviética se promueve el realismo socialista, y las pinturas vanguardistas de Picasso no fueron bien acogidas.
Por mucho tiempo, las leyes anti-comunismo de Corea del Sur hicieron que “Muerte en Corea” no pudiera ser publicadada en el país hasta 1990.Corea del Sur acoge por primera vez en su historia la obra con la que Picasso denunció los horrores cometidos por parte de Estados Unidos durante la guerra. “Masacre en Corea”, uno de los tres grandes murales junto a “La casa Charnel” (1944-1945) y “Guernica” (1937), conforman la serie de pinturas denuncia a la guerra que pintor malagueño realizó.
“Masacre en Corea”, se exhibió en el Hangaram Arts Center Museum de Seúl desde 1 mayo al 31 agosto de 2021 dentro de la exposición “Picasso: Dentro del mito”
Hangaram Arts Centre Museum, lugar de la exposición. Fuente: https://www.timeout.com
El sentimiento de protesta por el genocidio en el “Guernica” y en “Masacre en Corea”, es la misma imagen, pero con un resultado de uso político diferente. Sin embargo como buen arte universal es atemporal, y superadas las circunstancias del momento, se han elevado al nivel de obras pacifistas y de defensa de los derechos humanos fundamentales.
“Masacre en Corea” se encuentra en la actualidad en el Museo Picasso de París.
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