Con motivo de la exposición de “Alicia en el país de las maravillas por Dalí, Ernst, Laurencin & Tenniel” que se celebra hasta el 8 de Enero de 2023 en la Fundación Canal Isabel II de Madrid, hemos visionado dos espléndidos dibujos del pintor brasileño Héctor Julio Páride Bernabó o Carybé (1911-1997) que se encuentra en http://www.artdiplomatic.com/
La Tortuga artificial
Lewis Caroll en “Alicia en el país de las maravillas” (1865), nos muestra a Alicia que acompañada del Grifo (mitad águila y mitad león) autorio y desdeñoso, van al encuentro de la Tortuga artificial (criatura compuesta de partes de dos animales: tronco, caparazón y aletas de tortuga marina, pero cabeza, cola y patas de novillo. ) personaje melancólico, que añora, los días en los que era una tortuga de verdad, mientras les enseña la “Cuadrilla de la langosta” y la canción “Sopa de tortuga”.
Con ella (la la Tortuga artificial), Lewis Caroll hace una crítica al platillo inglés creado en el siglo XVIII que era popular en la era victoriana: la sopa de tortuga falsa, o mock turtle soup. como un substituto barato de la frecuentemente inaccesible sopa de tortuga, en la que en vez de utilizar carne de tortuga, la textura de la misma se imitaba empleando pedazos de vísceras, sesos, pezuñas, patas y colas de novillo
A la vez que utiliza terminos deformados para expresarse
- Beber y escupir: Leer y escribir
- Fumar, reptar, feificación y dimisión: Sumar, restar, multiplicación y división
- Histeria: Historia.
- Bidujo, bofetear y tintura al boleo: Dibujo, bocetear y pintura al óleo
Carybé nos mostrará con su aspectro más amable al Grifo como un águila completa y a la Tortuga artificial con su forma natural sin deformaciones.
La elección del camino a casa
“….. empezaron a cruzarse en medio de su camino toda una serie de criaturas de lo más curiosas: gafas con ojos y nariz, familias de bocinas, ranas musicales con platillos y tambores, buhos-acordeones, flamencos-paraguas… en fin, que a Alicia le entraron ganas de escribir un libro cuando volviera a su casa sobre todo aquello que estaba conociendo; aunque el libro debería tener inevitablemente dibujos, sobretodo porque sería necesarios para poder plasmar cómo eran realmente todos esos seres.
Así que rodeada por todo aquel ambiente, Alicia se sentó en una roca y se puso a llorar y a lamentarse. Pero de nada le sirvió, porque allí se quedó para siempre rodeada de aquellos animales tan peculiares. La parte positiva fue que finalmente Alicia se acabó acostumbrando a la presencia de estos seres y viceversa. Por lo que la existencia en esos bosques se hizo algo más llevadera para la niña, que había quedado atrapada en su propia fantasía” .
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